LA FIESTA DE ANOCHE
Gerardo Barbera
*
Yo estaba ahí, demasiado solo,
bailaba, cantaba, y decía
cosas,
tomaba un trago, contaba un
chistes,
todos aplaudían; sin embargo,
estaba solo.
Dos mundos en una misma velada,
los hombres y mujeres que
bailaban
vivían la felicidad de aquel
momento,
yo estaba con ellos, pero lejos
en otras dimensiones, pensando
en cosas
que no tienen sentido, tal vez
me alejaba,
no sé, podría ser algún
presentimiento,
esas cosas extrañas que a veces
aparecen de pronto, sin previo aviso,
así, para molestarte.
**
"No te vayas, cuéntanos
otra historia"
"faltaba más, le diré lo
que le pasó al borracho..."
Creo que tomé como cien copas
de vino
fue una noche ebria, de
victorias,
de esa vida alegre de compadres
borrachos,
noches de hadas, de seres
divinos,
seres jóvenes que sueñan la
azul alegría,
de caminos, de viajes, de
historias
hombres que construyen el
destino.
¿Entonces, por qué esta sombra?
No entiendo la angustia que
recorre mi garganta,
no puedo dominar el silencio
que me invade,
es como si me llamasen,
como si de pronto, el cuerpo no
fuese mío,
me siento demasiado agotado,
no deseo dormir, tal vez
vaya a la ventana,
encienda un cigarrillo, me
sirva una copa,
la última de esta noche larga,
demasiadas personas, rostros
que me invaden,
quiero estar solo, esperar el
amanecer,
tal vez un baño refrescante
me devuelva a la vida, a esa
vida alegre,
la que añoro, pero que se va
poco a poco
como el espacio, el tiempo, los
años
como las esencias líricas
de un poema amarillo
que se ha perdido en la memoria
de un libro viejo de letras
muertas.
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