PARTICIPACIÓN – ACCIÓN Y
FILOSOFÍA
Autor: Gerardo Barbera
RESUMEN
Esta reflexión es fruto
de un trabajo realizado en equipo con la colaboración activa de todos los participantes, que durante el proceso de
investigación dieron el mejor esfuerzo, para poner en práctica los elementos
metodológicos propuestos por el Método de Investigación Acción Participativa.
Desde el cual se planteó la necesidad de aumentar el nivel de participación de
los alumnos de la sección “15” de “Ética Profesional”, de la Facultad de
Educación de la Universidad De Carabobo, con la finalidad de mejorar la actitud de los estudiantes a
las asignaturas filosóficas. Para alcanzar estas metas, se planificaron varias
secciones de clases, en donde, con la participación de todos se planteó el
problema, y se planificaron las estrategias didácticas a seguir con el objetivo
de favorecer la actitud de los alumnos hacia las clases de filosofía. Se
demostró, que por lo menos en el caso de la sección “15” de Ética Profesional,
el haber aplicado el Método de Investigación Acción Participativa, que llevó a
los alumnos a ser protagonista a lo largo de todo el proceso, la participación
de los mismos fue de alto nivel, en todos los pasos del proceso de
enseñanza-aprendizaje de la Ética Profesional.
PALABRAS CLAVES: PARTICIPACION, ACCION, ETICA, FILOSOFIA
1. Situación Problemática
La Filosofía se presenta como una asignatura “extraña”,
como una disciplina cuyo nombre, la mayoría de los estudiantes apenas
han escuchado. Y si por casualidad el alumno ha tenido contacto con textos filosóficos, casi siempre
se trata de “seudo filosofías”, probablemente de carácter oriental; pero que
tienen muy poco que ver con la Filosofía Occidental, en donde se enseñan
asignaturas como la Lógica, La Ontología, La Metafísica Aristotélica, La Ética,
La Antropología Filosófica, Teoría del Conocimiento, Filosofía de la Ciencia,
Filosofía de la Educación, Epistemología, Historia de la Filosofía, y las
diferentes corrientes del pensamiento filosófico occidental.
En la Facultad de Ciencias de la Educación de la
Universidad de Carabobo, el pensum de estudio presentaba en su estructura
cuatro asignaturas adscritas al
Departamento de Filosofía: Fundamentos Epistemológicos, Filosofía
Antropológica, Filosofía de la Educación y Ética Profesional. Cursados en el
primer semestre, segundo semestre, tercer semestre y sexto semestre,
respectivamente.
El nombre de las asignaturas y los contenidos parecen impresionar a los alumnos de la Facultad de Educación, desde el mismo
inicio de la carrera y probablemente ocasione prejuicios negativos hacia las
asignaturas. Por otra parte, por no haber en Carabobo la especialidad en
Filosofía, se hace difícil encontrar profesores especialistas en el área, y además, no existe una bibliografía adaptada
al nivel de formación académica de los alumnos de la carrera de educación.
Todos estos factores van creando un clima no adecuado para el proceso de
enseñanza- aprendizaje de las asignaturas de Filosofía.
Otra dificultad consiste
en que la mayoría de los contenidos no son relacionados con la vida, y
algunos alumnos han manifestados, que ni siquiera le encuentran relación
con la carrera de Educación; parece ser,
que las asignaturas de filosofía sobraran, no tuviesen un lugar significativo
dentro del pensum de estudio.
El problema de ver
como algo “extraño” las asignaturas de Filosofía, puede que esté relacionado
con la situación estructural y geofísica del Departamento de Filosofía ya que
es el único en su naturaleza en toda la Universidad de Carabobo.
En el estado
Carabobo no existe un centro filosófico, ni en
los estados vecinos, como, Aragua, ni en Cojedes, ni en Yaracuy. El
Departamento puede ser concebido como una isla incomprendida. No ocurre lo
mismo en Caracas, Zulia, y Mérida, donde existen varios centro universitarios
con escuelas de Filosofía, con publicaciones propias, y con una cultura
académica donde las asignaturas de Filosofía tienen un lugar significativo y se
le da la importancia real a las mismas como fundamentos de la visión
existencial, profesional y epistemológica de los egresados.
Las asignaturas filosóficas, están dirigidas a ayudar a
responder interrogantes existenciales, tales como, ¿cuál es el sentido de la vida?, ¿para qué
educo?, ¿qué persona quiero formar?, ¿qué significa ser educador?. La relación
entre la filosofía, la educación y la sociedad, y cuáles son los fundamentos de
los conocimientos alcanzados, ¿son relativos?, ¿absolutos? ¿pertenecen a cuál
paradigma? ¿son objetivos? ¿no importa fundamentar los conocimientos? ¿qué es
la verdad?, entre muchos otros interrogantes.
El efecto de todos estos elementos mencionados puede
observarse en el bajo nivel de frecuencia de participación de los alumnos en
las clases de cualquier asignatura filosófica. Las clases se arrastran, parecen
una prueba de resistencia y de
paciencia. Esta situación dificulta la tarea de motivar a los alumnos hacia los
estudios de las asignaturas de Filosofía.
Una de las probables
causas de la actitud negativa de los alumnos hacia las asignaturas
filosóficas, puede consistir, en que las
mismas se presentan como un conjunto de contenidos demasiados abstractos,
de lenguaje altamente especializado, fuera del alcance de
la mayoría de los estudiantes. Además, casi siempre los contenidos suelen ser
presentados ajenos a la cotidianidad, y que poco o nada tienen que ver con la
vida concreta de los alumnos; es decir, las asignaturas filosóficas no le
crean interrogantes significativos a los
estudiantes, y solamente se convierten en
obstáculos que deben ser superados con los exámenes.
Por lo que en este ejercicio utilicé la metodología
de Investigación Acción Participativa, con el fin de que los alumnos participen
de manera real y efectiva desde el mismo inicio del proceso de investigación,
tal como se presenta a continuación.
SESION Nº 1
1.1
Planteamiento del Problema
¿Cómo ha definido el grupo su propio problema?
En el Método de Investigación –Acción Participativa, se
plantea, que desde el inicio del proceso de investigación, la participación del
grupo como sujeto protagonista y responsable de la totalidad del proceso es esencial.
De tal manera, que para ser coherente con el paradigma
Epistemológico propio de este modelo de investigación. A quien dirige la investigación, entendido
como un individuo que actúa en el grupo, no le es lícito utilizar a los
miembros del grupo, como si se tratase del típico hombre civilizado de
ciencias que observa a la tribu de
nativos salvajes.
Por lo tanto, para ser coherentes, no se trata de presentarse en el aula de clases, con un
“problema” que se ha detectado, ponerlo a la orden de los alumnos, para después
convencerlos de que el problema es de todos, y luego hacer que todo el grupo
resuelva mis “deberes escolares”.
De tal manera, que la primera tarea consistió, en construir
las condiciones adecuadas para que el grupo, una vez propuesto el tema,
comenzara a reflexionar hasta que el problema surgiera del análisis grupal.
Teniendo en cuenta el logro de la participación del grupo
en la formulación del problema, se dedicó
en el salón de clases los últimos treinta minutos a una actividad de reflexión.
En donde los alumnos, de manera
particular, en una hoja blanca, se les invitó a escribir una lista, con los
principales problemas, que ellos habían vivido, en torno a las asignaturas de
filosofía que habían cursado, sin importar el orden de dichos problemas.
Los alumnos de la clase, que conformaron el grupo,
pertenecían a la asignatura “Ética Profesional”, que se dicta en el sexto semestre, después de haber cursado tres
asignaturas de filosofía: Fundamentos Epistemológicos, Filosofía Antropológico,
Filosofía de la Educación.
La propuesta cayó de sorpresa, dos alumnos preguntaron el
“para qué” de la actividad. Respondí que se trataba de una evaluación del
Departamento en función de nuevo diseño curricular que la Facultad estaba
elaborando. La razón pareció convincente.
En la primera sesión participaron 30 alumnos, las
respuestas con sus respectivas frecuencias fueron las siguientes:
- El contenido es
abstracto (8 veces)
-
La Filosofía es difícil (12 veces)
-
Los profesores no saben explicar (20 veces)
-
La bibliografía utilizada es complicada (21 veces)
-
Las clases son aburridas, sin motivación (24 veces)
-
La postura ideológica de algunos profesores (14 veces)
-
No me gusta la Filosofía (14 veces)
-
Bibliografía no adecuada al nivel de los estudiantes (21 veces)
-
Falta de estudios previos en bachillerato (11 veces)
-
Mucho El lenguaje elevado de los libros (19 veces)
-
Falta de tiempo para leer tantas cosas (8 veces)
-
ruido en las aulas de clases (3 veces)
-
La forma de evaluación (14 veces)
-
Poca participación de los alumnos (20 veces)
-
Desconocimiento de la relación de la Filosofía con las
menciones (10
-
veces)
-
La Filosofía tiene mucho contenido (11 veces)
-
El lenguaje de algunos profesores es muy técnico (11 veces)
-
No hay criterios comunes entre los profesores (6 veces)
-
No hay preparadores disponibles (5 veces)
-
La Filosofía no se entiende (9 veces)
-
Las exposiciones de los alumnos son fatales, nadie entiende
(4 veces)
-
Los profesores hablan mucho (18 veces)
-
En la clase dicen una cosa y luego evalúan otra (3 veces)
-
No-bibliografía básica en la biblioteca (4 veces)
-
Algunos profesores mandan puro trabajo (3 veces)
-
Algunos profesores mandan uno o dos exámenes y nada más (2
veces)
-
Poca relación de los contenidos con la situación actual (6
veces)
En esta primera sesión, no hubo propiamente una actividad
del grupo como una totalidad, solamente se realizó una actividad individual,
parecida a un examen escrito, pero no hubo intercambio entre los miembros del
grupo.
SESION Nº 2
En un segundo paso consistiría en ampliar la participación del grupo, y en
globalizar las respuestas en torno a dimensiones básicas más
generales, como pueden ser: el contenido, las estrategias de clases, el
profesor, el alumno, la bibliografía; etc. Y a partir de esa globalización
formular un problema que pueda ser abordado por el grupo en las siete semanas
de clases que nos quedaban.
En la segunda sesión, el grupo fue dividido en cuatro
subgrupos, dos de nueve integrantes y dos de ocho. La propuesta fue que cada
pequeño grupo tomaría una dimensión, desde la cual formularía un problema que
realmente pudiese ser abordado por el grupo en el tiempo de clases que nos
quedaba, quedando organizados de la siguiente manera:
-
Grupo 1: “El
profesor”
-
Grupo 2: “El alumno”
-
Grupo 3: “La
bibliografía”
-
Grupo 4: “Las
dinámicas”
La actividad de reflexión en los pequeños grupos tenía una
duración de treinta minutos. La mayoría de los alumnos participaron de manera
activa, pero en todos los grupos de reflexión se notaba que algunos alumnos no
participaban, era como si estuviesen fastidiados, o esperando el final de la
clase para comenzar a vivir de nuevo. Parecía una actividad de clases, pero no
una reflexión acerca de un verdadero problema. Es decir, “los alumnos le
estaban haciendo caso al profesor”.
Después de treinta minutos, donde algunos alumnos sí
reflexionaron, se pasó a la plenaria, en donde cada grupo presentó el problema en un papelógrafo, preferiblemente en forma de pregunta, o de
una frase que llamara a la reflexión:
-
Grupo 1: “ La
mayoría de los profesores no saben explicar “
-
Grupo 2: “ Poca
participación de los alumnos”
-
Grupo 3: “ La
bibliografía es complicada y escasa”
-
Grupo 4”: Todas las
clases son expositivas por parte de los profesores”
Se hizo ver que a pesar de que hubo un nivel de
participación y reflexión aceptable, no todos participaron, y que en vez de
plantear un problema, se escogió, según la dimensión que le había tocado a cada grupo, la
alternativa de mayor frecuencia. Sin embargo, había que seguir avanzando.
Era necesario escoger uno de las
alternativas propuestas, o elaborar otra que globalice las cuatro alternativas.
Para lo cual, los alumnos se organizaron en un solo grupo
general, y se colocaron los pupitres en forma de “Herradura”, quedando al
frente los cuatros papelógrafos con las anteriores propuestas, de manera
que se pudiese formular el problema que
se deseara abarcar, teniendo como criterio el tiempo de clase que nos quedaba
en el semestre.
La primera alternativa que surgió como problema fue: “Definitivamente,
los profesores no saben explicar, son aburridos, puro hablar de cosas sin
sentido”. Luego pregunté al grupo: “¿qué podemos hacer?”. De pronto hubo una
especie de silencio, todos se miraban sin saber que decir, hasta que alguien
soltó la solución: “fuera todos los profesores de Filosofía”, algunos rieron la
salida del bachiller, otros me miraron, como con cierto temor, esperando una
respuesta severa o una llamada de atención del profesor.
Volví preguntar al grupo: “¿Cuándo comenzamos?, me parece
muy buena la propuesta, se trataría de hacer una lista de todos los profesores
de Filosofía, total son solamente catorce, yo los conozco a todos, colocaríamos
al lado de los nombres las causa por las cuales exigimos su expulsión de la
Universidad, hacemos una campaña, llevamos la lista a los medios de
comunicación, viene el escándalo y a ver que sucede... ¡claro!, esa lista
llevaría la propuesta de mi propia expulsión, ¿les parece bueno el plan de
acción?”.
Las respuestas comenzaron a surgir:
__ “Profesor, ¿usted está loco?, a nosotros es a quien nos
van a expulsar”, “déjese de cosa profesor, mire que usted es capaz”, “en
realidad no son todos los profesores...”, ”mejor buscamos otro problema... ”
La última frase pareció la solución salomónica, sin embargo
insistí:
—
“Si el problema es el profesor, el problema es el profesor
y punto”—Ya la actitud había cambiado.
En el fondo todos sabíamos, que eso de “expulsar a todos los profesores de
Filosofía”, no era muy en serio. Sin embargo, había que formular un problema.
Los alumnos comenzaron a intervenir, “yo creo que el
problema no es el profesor, sino las dinámicas que utilizan...”, “yo creo que
las cosas mejorarían si bajaran el lenguaje a nuestro nivel, nosotros no somos
filósofos...”, “ a mí me parece que nosotros tampoco ponemos de nuestra parte”
– Hubo otras intervenciones, pero no pude copiarlas. Por el tiempo que nos
quedaba de clase tuve que intervenir:
—
Mejor vamos precisando un poco más. A ver, qué propuestas
hay. Les recuerdo que deben ser realmente abordables por nosotros, en el tiempo
de clase que nos queda en el semestre.
En definitiva, después de algunas intervenciones quedaron
dos propuestas:
1.
“¿Cómo hacer dinámicas las clases de Filosofía?”
2.
“Mejorar la participación de los estudiantes”
Les dije:
__ “Bueno, hay que escoger uno de los dos problemas, o
formular uno nuevo que los abarque a los dos”.
Comenzó la
discusión. Es bueno aclarar que ya, en ese momento, la participación de casi la totalidad del
grupo era activa. Por lo menos, la motivación para la reflexión se había
logrado. Intervine:
—
Bueno, ya que son treinta y cinco, número impar, podemos
someterlo a votación, total en nuestro país somos expertos en asuntos de
elecciones.
A todos les pareció
bien y la primera propuesta resultó ganadora con 22 manos levantadas, el problema quedo así:
“¿Cómo hacer más dinámicas las clases de Filosofía?”. Cuando las cosas parecían
haber terminado, y algunos alumnos comenzaban a recoger sus cuadernos, volví a
intervenir:
—
Un momento, hasta aquí está muy bien, pero aclaro, eso de:
“¿cómo hacer más dinámicas las clases de filosofía”, más que un problema,
parece el título de un libro o de un manual para los profesores”. Yo creo que
hay que hacerlo más concreto, y que se pueda abarcar en las semanas que nos quedan, tendríamos que buscar
una posible solución aplicarla y evaluarla, ¿qué les parece?.
La reacción surgió: “no, profesor, usted lo único que hace
es anotar y anotar, como si fuese un secretario, ¿por qué no lo hace usted”,
“si verdad, profesor, --Insistió otro--, por qué no lo hace usted”.
El tiempo estaba en mi contra, los alumnos tenían esa
especie de “fastidio” que da minutos antes de terminar la hora. Y en el fondo
ellos tenían razón, mi participación no podía reducirse a ser el secretario y
facilitador de la dinámica grupal. Por otra parte la participación del grupo en
el planteamiento del problema se había logrado, todos estaban interesados, y
habían propuesto el área problemática a tratar, “hacer más dinámicas las clases
de Filosofía”. Después de mi participación como “técnico” el problema quedó planteado de la siguiente
manera:
El problema de este ejercicio consistió en la aplicación de estrategias
didácticas, que permitan convertir en aprendizajes significativos los
contenidos de la asignatura de Ética Profesional, para aumentar el nivel de
participación de los alumnos de la sección “15” del sexto semestre, durante el
lapso del segundo semestre del 2000, de la Facultad de Educación de la
Universidad de Carabobo.
1.3 Justificación del estudio
El presente trabajo se enmarca dentro del campo de las
estrategias didácticas adecuadas para llevar a cabo el proceso de enseñanza de
las asignaturas filosóficas.
De acuerdo a Rodríguez. (1989:15), “la filosofía, por lo
tanto, no es contemplación pura, lejana
de la realidad, sino reflexión crítica, que se entromete en el movimiento de la
vida”. Por lo cual, la Filosofía se presenta como el conjunto de conocimientos
que fundamentan las opciones transcendentales del hombre, en cuanto le dan
sentido a su existencia y a su labor profesional.
De manera especial, el docente está llamado por vocación a
ser guía de los miembros de la sociedad,
es el “maestro” por excelencia. Por lo tanto, el educador tiene que tener bases
sólidas en cuanto al ser mismo de su profesión. La educación
es una tarea que apunta con la claridad posible hacia horizontes
definidos en cuanto al marco antropológico y en cuanto al marco sociológico.
Las bases de una formación sólida que dé sentido a la tarea
del educador se encuentra en la dimensión del conocimiento, haciendo énfasis en
lo referente al proceso mismo del conocimiento, y en cuanto a la posibilidad y
crítica del conocimiento científico y a la posibilidad de llegar al
conocimiento verdadero.
También la Filosofía otorga las herramientas necesarias
para que el estudiante elabore su propio marco antropológico, que le lleve a
optar por un modelo de persona ideal, que le facilite en su labor la construcción de una sociedad más justa.
Precisamente, La Filosofía de la Educación le indica el
para qué se educa, que razones guían el proceso de aprendizaje, hacia dónde se
quiere llegar. Y en este sentido, la Ética Profesional construye, en el
estudiante, ese campo moral que lo forma, como el educador que responde a las
necesidades de orientación de los alumnos, con quienes llegarán a trabajar.
Las asignaturas filosóficas fortalecen dimensiones
esenciales del perfil del egresado, tienen como intención fortalecer la
capacidad de crítica y de tomas de opciones conscientes. Particularmente, la
Ética Profesional, tal como lo afirma Fagothey (1981:46): “El hombre individual
confía en su propia percepción para decidir el grado de responsabilidad de sus
actos, y en su propia conciencia para juzgar el carácter bueno o malo, la
bondad o la maldad de dichos actos”. El educador se convierte en sujeto
responsable de la moralidad de la que va a ser maestro y guía.
De tal manera, que las clases de Ética Profesional
deben formar en cuanto a los fundamentos
de la moral del educador, de ahí la
necesidad de la teoría, como elemento esencial de formación, pero que cobra
verdadero sentido si lleva al alumno a
la reflexión sobre elementos existenciales de su ser personal y profesional.
Se trata, por lo tanto, de buscar la manera, o las
estrategias didácticas más adecuadas para hacer de las clases de Ética
Profesional “laboratorios” de vida, en donde la reflexión y la formación sean
prioritarias, y no la información de
acontecimientos históricos, a veces, totalmente ajenos a la vida y la situación
concreta.
Además, la indagación sobre los efectos posibles, en cuanto
al nivel de participación y de motivación, que se pueden alcanzar a través de
aplicación de estrategias didácticas, que se centren en procesos grupales,
puede crear un punto de referencia a los
docentes, que piensan que la enseñanza
de la Filosofía no se lleva de la
mano con eso de “recursos y estrategias”.
Es bueno señalar, que también se encuentra como un objetivo de este
trabajo, el querer “poner en práctica” el Modelo de
Investigación-Acción-Participativa, como una propuesta metodológica adaptada a
las ciencias sociales, y de manera especial, dentro del campo de la Educación.
Desde aquí se propone, un proceso de investigación que tiende día a día a ser un trabajo de equipo, y no la tarea de un ser “especial”
escogido por alguna divinidad, para que solamente él, como un individuo
encerrado en sí mismo, pueda alcanzar la verdad absoluta y guardarla como un
tesoro.
La cuestión en el fondo, se convierte en una propuesta
metodológica: es decir, no se trata solamente de una visión pragmática, que
nace y muere en la resolución de un problema determinado. La investigación no se reduce al proceso de
resolución de problemas, como quien realiza una carrera de obstáculo, el proyecto de investigación consiste en
caminar por el campo del saber, en donde las opciones epistemológicas
entran en juego. De tal manera, que la investigación se convierte en una
propuesta epistemológica, donde método y realidad se implican y se complementan.
SESION Nº 3
Para la tercera sesión, después de haber planteado el
problema se realizó la estrategia
didáctica el “ Docente Antiguo- Docente Moderno”. Para analizar el tema “ El Compromiso Moral de la
Profesión Docente”
-
Objetivo de la Estrategia: Motivar la participación de los
alumnos en cuanto a
-
la reflexión sobre el papel moral de la profesión
docente”.
-
Tema de la clase: “El compromiso moral propio de la
profesión docente”
-
Coordinador de la estrategia: El profesor de Ética
Profesional.
-
Alumnos participantes: 38 alumnos de Ética Profesional, de
la sección 15 del
-
sexto semestre de Educación Tiempo: 90 minutos
-
Recursos : Papel
bons (por lo menos ocho), marcadores de colores, tirro,
-
tijeras.
-
Horario: - 7:30 –
9:30
-
7: 30 - 7:45 : Instrucciones – Motivación de
entrada.
-
7: 45 - 8: 00 :
Realización de los dibujos
-
8:00 – 8:45 : Reflexión grupal acerca del tema y pequeña
evaluación de la
-
estrategia.
-
8:45 – 9:15 : Reflexiones finales.
Ejecución de la actividad
planificada
La actividad comenzó a la hora programada con los alumnos que
habían llegado. Se tenía presente que el factor tiempo era importante para
conseguir los objetivos a través de la estrategia programada.
Comencé presentando el tema “ El papel moral de los
educadores”, tratando de hacer ver, desde el inicio de la clase la importancia
de la actitud moral del profesor dentro del proceso de enseñanza escolar, y que
no se trataba de una profesión cualquiera, ya que la mayoría de los educadores
tendrían que trabajar con niños, lo que implicaba un compromiso en la
formación, y no sólo en la instrucción de los alumnos.
La primera tarea consistió en dividir a los alumnos en ocho
pequeños grupos, al principio estaban conformado por tres, o por cuatro
alumnos. Después de media hora de haber comenzado la clase, ya todos los grupos
tenían por lo menos cuatro participantes.
El ejercicio consistía en que los grupos impares (1,3,5,)
dibujarían a las maestras antiguas y a las alumnas antiguas, colocando al lado
del dibujo características positivas y negativas de ambos personajes. Los alumnos
que conformaban los grupos pares (2,4,6,) harían el mismo ejercicio, pero
dibujando a la maestra moderna y a las alumnas modernas.
En línea general, y como
tono de resumen, se puede decir, que en cuanto al dibujo de la maestra
antigua, dibujaron una maestra con cara
seria, con lente, con vestido largo, con el cabello recogido, y con una regla
en la mano. En cuanto a las características colocaron, que era seria, regañona,
con vocación, repetitiva, memorística, castradora, poco dinámica, y que en algunos
casos maltrataba físicamente a los alumnos.
En cuanto a la alumna antigua, la dibujaron con falda hasta
dos cuartas debajo de la rodilla, con medias largas, con moños, con cara
tímida, y con un cuaderno en la mano.
Como característica colocaron que era obediente, tímida, poco participativa, no
abierta al diálogo, temerosa de la mayoría de sus maestras.
Los grupos que dibujaron a la maestra moderna, la
describieron con pantalones a la moda, con el cabello suelto, con actitud
dinámica, con celular, y con un televisor sobre el escritorio. Las
características fueron, moderna, activa, creativa, dinámica, poco religiosa,
reposera, preocupada por estar al día en cuanto a los estudios, abierta al
diálogo, y democrática.
La alumna moderna estaba vestida como “Shakira”, a la moda, con celular,
computadora, alegre y dinámica, otra
tenía una falda corta y elegante, ambas con el cabello suelto. Entre las
características resaltaron, participativa,
creativa, dinámica...
Después pasamos a la plenaria. Se trataba de presentar las
reflexiones a través de los dibujos. Pasó un “secretario” por cada grupo. Lo
que presentaron fue la lectura de las características que habían colocado a sus
respectivos personajes, con algunos comentarios acerca de los dibujos.
La reflexión al comienzo estaba lejos del objetivo de la
clase, en cuanto al tema del compromiso moral. La reflexión se presentó en
torno a la comparación de dos sistemas educativos, el antiguo y el moderno. El
nivel de participación iba creciendo, ya que algunos salieron en defensa de uno
y de otro estilo de docencia, “ la de ahora
sólo piensa en los triples y en el dinero y la de antes tenía más
vocación “, por otra parte, “Esa maestras de antes aplicaban el reglazo
parejo”... etc.
Como el tema de la clase era otro, hice que se fijaran en
otro detalle: “¿Qué había en común entre todos los cuadros, ya sea de los
modernos y de los antiguos; es decir, entre los ocho dibujos independientemente
de la época que representaban...?”.
Al principio costó para que se dieran cuenta, pero se logró
que surgiera la semejanza, en todos los dibujos, la alumna y la maestra
respectiva se parecían, una parecía la copia de la otra, tanto en las modernas,
como en la antigua.
La pregunta, para llevar la reflexión al campo moral
surgía: ¿Qué significaba esta coincidencia?. Entonces llegamos a las
reflexiones principales del compromiso ético:
-
“todo alumno tiende a copiar la forma de ser del maestro”
-
“ en la educación se transmite una forma de ser, un modelo
de vida”
-
“ el docente siempre es un modelo para sus alumnos”
-
“ este proceso se da de manera inconsciente”
-
“ la educación es esencialmente un compromiso de formar a
los alumnos”
La reflexión hacia el compromiso ético se había logrado, y
la participación de los alumnos fue de un nivel alto, y la clase fue motivada
desde la experiencia de vida real y no desde la lectura de libros de textos.
Pienso que el objetivo se logró de manera satisfactoria.
Evaluación de la
experiencia
En cuanto a la actividad realizada en clase los alumnos
manifestaron
__ “ durante la
clase del día de hoy nos encantó la actitud del profesor. La clase estuvo muy
divertida, participativa, dinámica y amena. Las estrategias fueron muy buenas y
significativas, donde se demostró que trabajar en equipo da buenos resultados,
porque todos participamos”
Otro equipo expresó:
__ “Muy dinámica, significativa. Se pudo comparar y
discutir las características de los maestros y alumnos tradicionales con los
actuales, esto nos dio una clara visión del cómo y cuánto ha cambiado el
proceso de enseñanza-aprendizaje. Se utilizaron estrategias que nos motivaron y
nos gustan más que las clases empupitradas y aburridas. Fue
participativa...”.
Otro de los grupos participantes, escribió:
__ “ Participativa y dinámica, dominio de las actividades
por parte de los alumnos, integración de todos los equipos en cuanto a la
discusión. Muy alegre y creativa. Motivación. Esperamos que este tipo de
actividad se repita, ya que fue muy significativa para nosotras... “.
Por otra parte, el otro grupo expresó:
__ “La experiencia en clase fue muy fructífera, porque cada
uno de los integrantes de cada grupo, aportó sus ideas para desarrollar la
actividad establecida, por lo tanto se logró una interacción entre todos, lo
que se logró gracias a las estrategias utilizadas, las cuales fueron las más
adecuadas para el objetivo que se buscaba. Sin embargo, a pesar del poco
tiempo, el objetivo se cumplió...”.
Y un último
grupo, describió su experiencia, en los
siguientes términos:
__ “ La experiencia de hoy además de ser muy significativa,
fue muy diferente a las clases tradicionales de filosofía, pues tuvimos la
oportunidad de participar, de manera espontánea y así construir entre todos el
contenido de la clase, que se basaba en diferenciar las características
positivas y negativas del maestro y del alumno tradicional del actual, con esto
pudimos concluir que el alumno siempre se parece a su maestro, porque él es un
guía y su modelo a seguir. También pudimos reflexionar sobre la importancia de
ser un buen modelo de educador, ya que
en gran parte de nuestras actividades, dependerá de la aceptación de nuestros
alumnos. Con este tipo de dinámica, además de compartir, se une más al grupo,
podemos expresarnos libremente, desarrollar nuestra creatividad, perder el
temor a la hora de expresar nuestras opiniones, y como si fuera poco,
aprendemos el tema de la clase. Parece mentira, pero a través de juegos y
dibujos, de recuerdos, anécdotas, podemos construir aprendizajes y comprender
que lo complicado de la filosofía depende de nuestra forma de afrontarla, y de
las propuestas del facilitador ”.
SESION
Nº 4
Para la cuarta sesión se planificó la estrategia “ La
Piñata y
La Reina”. Para el encuentro se
realizó una piñata y la elección de la reina de carnaval, simulando dos actividades
que resultan muy comunes en las labores educativas que se llevan a cabo en el
mundo escolar en donde los alumnos de Ética, trabajarán en un futuro cercano.
7:30 – 7:45
Motivación
7:45 – 8:15 La
Piñata
8:15 – 8:45 Elección de la Reina
8:45 – 9:30 Reflexión
grupal
La estrategia consistió, en partir de la experiencia y de
la descripción de ambas actividades, para desde ahí, reflexionar acerca de los
valores que se transmiten a los niños a través de estas actividades.
La primera actividad a realizarse fue la piñata, a cargo de
uno de los grupos de alumnos. La actividad se realizó de la misma manera que se
realiza en la vida cotidiana. Fueron pasando “Los niños”, con los ojos
vendados, y se escuchó el tan conocido “Dale.. dale”, en donde el coro celebraba
el afán del participante en tumbar la piñata. Luego todos perdieron el control
y se lanzaron a la conquista de los caramelos y regalos surgidos de la piñata
rota.
La segunda actividad consistió en la elección de la reina
de carnaval del salón. Cada uno de los grupos de la clase eligió a su propia
Madrina. Las participantes pasaron al frente, y de forma ordenada, fueron
desfilando una a una frente a todo el público presente, quien aplaudía a su
candidata de su preferencia. Luego del desfile inicial, cada una de las
candidatas fue pasando al centro del salón para que el público, con sus
aplausos, le diese una puntuación... hasta que
quedaron las dos últimas finalistas, y las eliminadas pasaron a
sentarse, hasta que al final se eligió a la reina del salón, quien repartió
besitos a todos los presentes, mientras lloraba de la emoción...
Al finalizar las
actividades, los grupos comenzaron su reflexión acerca de los valores y
antivalores contenidos en las actividades realizadas, escribieron sus
conclusiones, y un miembro de cada grupo las expuso en una plenaria grupal,
para facilitar el diálogo entre todos...
Evaluación de la
experiencia
-
“Se utilizó para
esta actividad una piñata con forma de cabeza de payaso, en cuyo interior había
caramelos y papelillos. Posteriormente el equipo encargado ubicó a los
participantes en forma de círculo, alrededor de la piñata. A cada uno se le
entregó una bolsita para que guardara las cosas que agarrara.
Luego se avisó a los alumnos para que participaran en la
piñata y se comenzó a escoger a los que le iban a caer a palo a la piñata, a
los cuales se le vendaban los ojos con un pañuelo, y se le entregaba el palo
para que golpeara a la piñata hasta que la rompieran. Así sucesivamente fueron
pasando los alumnos, mientras que el resto del grupo gritaba y aplaudía
motivando al que en ese momento estuviese golpeando la piñata (con palabras como “dale”, “arriba” “más
abajo” etc.) con eso de despertaba cierta algarabía y emoción, que iba
creciendo conforme iban pasando los alumnos.
Luego de tantos golpes, la piñata se rompió y cayó su
contenido al piso, luego todo el grupo se lanzó al piso, a recoger caramelos,
sin importar nada, si el piso estaba sucio, olvidándose de los amigos. Luego en
el piso, se quitaban los caramelos uno a los otros, hasta que llenaron lo más
que pudieron, cada cual su propia bolsita, algunos no agarraron nada, otros
agarraron mucho, el más fuerte o el más hábil tuvo éxito, luego todos se
pararon y entre risas y comentarios se fueron tranquilizando...
Como reflexión, la piñata siempre ha sido un elemento
importante dentro de las fiestas infantiles venezolanas, el hecho de tener una
hermosa piñata con el motivo de nuestra preferencia, en cuyo interior se
encuentran las gratas sorpresas, caramelos, juguetes papelillos, un mundo de
magia que todos quieren tocar.
Por el contrario de este hermosos relato, el hecho de
romper una piñata, conduce a sacar del interior toda esa agresividad.
Valores: Compañerismo, amistad, tradición, alegría,
entusiasmo.
Anti-valores: competencia, agresividad, disgusto, envidia,
frustración.
-
“La elección de la Reina”, se decoró el salón de acuerdo a
la ocasión, se utilizaron cadenetas de papeles, globos de colores, y
serpentinas. Luego el grupo expositor, llamó a una chica por grupo, cada una
debía mencionar su nombre y el agrado que representaba. Colocaron los nombres
de los participantes en el pizarrón, y se procedió a la elección de la reina.
Los alumnos tenían que levantar la mano a favor de la reina
de su preferencia. De tal manera, que la que tuviese mayor número de votos,
quedaría elegida como la reina del salón. Se presentó el caso, de que dos
participantes resultaron con el mismo número de votos, y como sólo se debía escoger a una reina, se
volvió a realizar el proceso de votación hasta que quedó una ganadora.
En ese momento se vio la expresión de la cara de las
participantes, como de tristeza, pero al mismo tiempo de disgusto. Se coronó a
la reina, le entregaron un cetro, y una banda, le tomaron fotos, y repartió
caramelos...
Valores: compañerismo, amistad, belleza, alegría.
Anti-valores: envidia, preferencias, discriminación,
frustración, tristeza, culto a lo físico.
5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
5.1
Consideraciones Finales
En el presente trabajo de investigación fue ejercicio significativo de la aplicación
consciente de una alternativa metodológica cualitativa, como lo es el modelo de Investigación – Acción-
Participativa.
El método de investigación- acción- participativa, permite
trabajar con un grupo de estudiantes en
donde se puede observar que la mayoría de los participantes logra un nivel alto
de participación, desde la misma etapa del diagnóstico hasta las evaluaciones
de las experiencias, y de la efectividad de las estrategias didácticas
ejecutadas.
Sin embargo, la experiencia, como ese primer trago para
captar el sabor del buen vino dio resultados excelentes, por lo menos en el
docente, hasta el punto de sentirse identificado con el método en cuanto
herramienta de investigación en problemas comunitarios, y dentro del campo educativo.
Las estrategias aplicadas
permitieron que todos los estudiantes, reunidos en pequeños grupos que
pudieran tener la oportunidad de participar activamente en la elaboración del
proceso de enseñanza. Por otra parte, las estrategias permitieron que el
proceso de enseñanza comenzara desde las propias experiencias de vida de los
alumnos, y no de contenidos abstractos. Se hizo más palpable este aspecto en la
estrategia de la piñata, y de la elección de la reina.
Partiendo de la evaluación de los alumnos, y de las
observaciones del docente, como coordinador de las actividades, se aprecia que
hubo un cambio significativo en cuanto a la motivación y al nivel de
participación de los alumnos durante las clases.
Por lo tanto, se puede afirmar que los contenidos de las clases de Filosofía
pueden llegar con mayor facilidad a los alumnos, y motivar su participación, si
se aplican estrategias didácticas adecuadas, que permitan a los alumnos
comprender el significado del proceso de enseñanza partiendo de sus propias
experiencias de vida concretas.
Cada día se hace más palpable que el problema no está en
los “contenidos abstractos de la Filosofía”, sino en la comodidad de algunos
profesores, que en algunas oportunidades se quedan solamente en análisis
abstractos aprendidos a veces en Latín, y que de manera consciente o
inconsciente piensan que la Filosofía no es una asignatura para todo el mundo,
sino para unos cuantos elegidos, divorciándola totalmente de la vida concreta
de los alumnos.
Se observó que el nivel de participación y el nivel de
motivación pueden hacer más comprensible el contenido de una clase de
Filosofía. Probablemente, “alguna vez en la vida”, a estos alumnos se le
pregunte, en qué consiste el compromiso moral del educador, la relación entre
ética y educación, los valores transmitidos en una piñata, o en una elección de
reina de carnaval, no recordarán los
contenidos abstractos de algún tomo perdido, sino las estrategias que juntos
hemos vividos...
Sin embargo, tengo que reconocer de manera responsable, que
la mayoría de las reflexiones se quedaron en el plano fenomenológico, “lo que vivimos”. No se profundizó en cuanto
al contenido ético, nos quedamos en
las vivencias morales, en las moralejas. Y eso en Filosofía no es suficiente,
no se trata solamente de hacer las clases “más bonitas”.
Sin duda queda un segundo reto, lo que está más allá del
primer momento vivencial, que realmente es necesario, pero no suficiente. ¿Cómo
abarcar temas como la libertad, la
ontología de los valores, el fundamento último de la ética, la ética y el
sentido de la vida..., tomando en cuenta la bibliografía filosófica al
respecto? En el próximo artículo contaré una nueva experiencia en este
sentido...
REFERENCIAS
BIBLIOGRAFICAS
ASTORGA.
A. – VAN DER BIJL. B. “Manual del Diagnóstico Participativo”. Ed. CEDECO. 1996.
BANSART. A. “Autores de su propio desarrollo” en La Investigación al
servicio de la comunidad. Ed. Fundambiente. Caracas 1993.
BLANDES.
J. “La investigación – Acción: un reto para el profesorado” Ed. Inde.
Barcelona- España. 1996.
CERDA.
H. “Los elementos de la Investigación” Ed. El Buho. Bogotá. Colombia. 1991.
CONTRERAS.
J. “¿Qué es?, ¿Cómo se hace? La Investigación – Acción” En Cuaderno de
Pedagogía N° 224. Barcelona, España 1994.
CORREA.
D. “ La Investigación de lo Social en tiempos de incertidumbre y
desfundamentación epistemológica”
DEMO.
P. “Investigación participante. Mito y Realidad” Ed. Kapeluz. Buenos Aires,
1985.
FAGOTHEY.
A. “Ética, Teoría y Aplicación”. Ed. Interamericana. México 1981.
GEVAERT.
J. “El Problema del hombre”. Ed. Sígueme. Salamanca. 1978.
LIMA.
L.” La Investigación- Acción, una vieja dicotomía. Ed. Celats. Lima, 1983.
RORIGUEZ.
J. “¿Cómo hacer Filosofía?. Ed. Salesiana. Los Teques. 1989.
No hay comentarios:
Publicar un comentario