Gerardo Barbera
*
Cuando
camino por las viejas calles
de
este barrio perdido en el tiempo.
Puedo
escuchar las voces de los que se fueron,
algunos
piensan que invento cosas,
pero
esos espíritus me miran desde las ventanas.
**
Esas
casas bañadas de tristezas
atrapan
a todos los ancianos cansados.
Ellos
tratan de escapar de sus cárceles,
porque
ahí vivirán para siempre
como
las aves que mueren solas
sin cantos…, hablando solos,
arrojados
en sus jaulas,
como
sobrando en la vida.
***
Yo
no los miro,
ellos
gritan como serpientes
que
se alimentan de la sangre de roedores,
a
veces, creemos que son gatos,
son
ellos, los viejos que han muerto.
****
Cuando
llego a la casa veo sombras,
destellos
extraños en algún rincón.
Sé
que alguien encenderá una vela,
bajará
las escaleras con las manos extendidas,
dirá
que me espera.
*****
Yo
no le temo,
apagaré esa luz,
saldré
al patio,
invocaré al Amo de la noche,
rociaré
el jardín con la tierra del cementerio,
colocaré
mi libro negro debajo de la cama,
esperaré
en silencio,
el rumor
de los muertos.
******
Leeré
el conjuro del infierno,
las
ventanas del barrio cerrarán,
todos
los viejos se irán a la cama,
y tal
vez,
otro
rostro me saludará,
detrás
de la ventana,
temprano…,
con
la llegada del sol,
como cada mañana.
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