Universidad de Carabobo Facultad de Ciencias de la Educación
“BASES TEÓRICAS Y LEGALES DEL PROYECTO
EDUCATIVO PASTORAL: CASA DON BOSCO”
Gerardo
Barbera
2. «Bases Teóricas y Legales del Proyecto Educativo
Pastoral: Casa Don Bosco» Autor: Prof. Gerardo Barbera
Fecha: 28 Mayo
1996
Un Reto a la Marginalidad
La
marginalidad es un fenómeno que transciende el hecho socio-económico. Es una
realidad de origen político, fruto de las decisiones humanas, y no de «leyes
eternas» quién sabe de qué naturaleza, tal cual como lo afirmó la III
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (Puebla):
"Al
finalizar el análisis de la situación de pobreza, descubrimos que esta pobreza
no es una etapa casual, sino el producto de estructuras económicas, sociales y
políticas, aunque haya también otras causas de la miseria. Estado interno de
nuestros países que encuentran en muchos casos, su origen y apoyo en mecanismos
que, por encontrarse impregnados, no de un auténtico humanismo, sino de
materialismo, producen a nivel internacional, ricos cada vez más ricos a costa
de pobres cada vez más pobres". (p. 23)
En la
sociedad venezolana se hace urgente la necesidad de tomar conciencia de esta
realidad, ser capaces de pisar tierra para tomar decisiones y orientaciones
realmente efectivas en el campo educativo, la situación marginal en que viven
muchos venezolanos no puede seguir siendo ignorada, se trata de la realidad
objetiva de gran parte de nuestra gente, como muy bien lo señala Julián
Rodríguez en su libro «Existe Dios desde América Latina»:
"La
situación de dependencia mantiene y agrava la situación de subdesarrollo,
marginalidad y opresión de los países latinoamericanos. El desafío del
subdesarrollo, de la marginalidad y de la opresión radica, entonces, en una
toma de conciencia general de la situación de marginalidad en que vive la
mayoría de los pobladores de los barrios". (p.18)
De no ser
capaces de tomar plena conciencia de lo que significa para un país el problema
de la marginalidad, lo más seguro es que los diferentes Gobiernos de turno
seguirán tomando medidas «educativas» para aliviar la carga que soportan los educandos que viven en
situaciones de pobreza extrema: «El bulto escolar-, «La beca familiar», «el
vaso de leche»..., medidas que han olvidado que la situación de marginalidad no
se supera con limosnas.
La toma de
conciencia debe partir de un análisis socio-existencial del problema de la
marginalidad. En este
sentido, el profesor
Barbera, en un
artículo publicado en
la revista «Aportes», realiza
una descripción fenomenológica de la realidad
marginal:
"Vivir
en un rancho significa pasar hambre todos los días, vivir con el hambre como si
se tratara de otro miembro más de la familia. Esta situación de hambre
determina la estructura corporal del hombre del rancho, quien será en la
mayoría de los casos un subdesarrollado corporalmente; y tendrá que pagar las
consecuencias tanto a nivel intelectivo, corporal y psíquico de la
desnutrición.
El rancho es
un rincón especial; tal vez demasiado especial. Es el desde donde se respira la
vida cotidiana. El rancho es una realidad vital para sus habitantes, es mucho
más que una simple estructura, más que una vivienda neutra. Es la vivienda que
se hace vida; o mejor, se cuela a la vida por medio de sus moradores.
En una multitud
reunida en la ciudad, resulta fácil identificar a los que viven en ranchos.
Están marcados por dentro, desde el mismo día en que nacieron, traen un sello
de fábrica que ni el tiempo puede borrar. Las personas del rancho tienen una
forma particular de hablar, de amar, de odiar, de comer y hasta de morir.
El rancho
forma ese cristal con el que se mira la realidad, forma un marco teórico que
constituye las bases de una epistemología determinada y propia, desde donde se
interpreta la realidad y el sentido de la vida". (p.13-14)
La
marginalidad es un hecho que enferma al ser humano en todas sus dimensiones, es
un problema integral, por lo tanto, desde el punto de vista de la educación
debe ser atendida integralmente.
Se entiende
por «integral» el proceso educativo que toma en cuenta y trabaja en función de
objetivos que traten todas las dimensiones esenciales del alumno: la
alimentación, sus capacidades y necesidades afectivas, sus capacidades y
necesidades de relación social, sus inquietudes vocacionales y laborales, y su
religiosidad. Es decir, el alumno de las clases marginales necesita de un
proceso educativo especialmente diseñado para
él.
En este
sentido, la Congregación Salesiana desde el 02 de octubre de 1979, viene
realizando un trabajo con los jóvenes más pobres y abandonados a través del
Proyecto Educativo Pastoral de la Casa Don Bosco, que a partir del 30 de
septiembre de 1984, con la llegada de 120 muchachos de los Teques, se trasladó
a su sede en la Redoma de Guaparo, en las instalaciones de la antigua Escuela
Agronómica Salesiana de Valencia.
En el
Proyecto Educativo Pastoral (PEP) encontramos la definición de la obra:
"Una
obra que tendría como destinatarios a los muchachos que, por la grave situación
de marginalidad en que viven, estuviesen propensos a caer en la delincuencia;
su finalidad sería tanto la rehabilitación moral y física como la formación
humano-cristiana de los mismos". (p. l.)
En el mismo
Proyecto Educativo Pastoral de la Casa Don Bosco se describen las
características de los destinatarios de la obra:
A)
Destinatarios: Los
Salesianos de la Casa Don Bosco, identificados con Jesucristo desde las
bienaventuranzas y siguiendo el ejemplo de San Juan Bosco, nos sentimos
enviados a los jóvenes de las clases populares especialmente a los más pobres y
más abandonados de nuestra ciudad.
La Comunidad
dentro de este amplio panorama de abandono, opta por:
-Los
huérfanos, prefiriendo los de padre y madre.
- Los provenientes de las zonas marginales de
escasísimos recursos y en situación de hacinamiento.
- Los que tienen padre y/o madre en situación difícil
(enfermedad, prisión, prostitución ...)
B)
Personalidad del destinatario: desde el punto de vista de la personalidad integral:
nuestro destinatario presenta los siguientes rasgos: estado de salud regular y
deficiente, funcionamiento de los sentidos en condición deficiente; estado
anímico con tendencia a la agresividad y violencia; notable inconstancia y poca
actitud hacia el cambio; gran desnivel entre la estatura, la edad mental y la
edad cronológica; grave carencia afectiva por falta de una experiencia
auténtica de paternidad; desviación en la comprensión y vivencia de la
sexualidad y en la concepción del amor; gran inestabilidad emocional y
afectiva; limitaciones serias para el diálogo por una ausencia de ejercicios en
los ambientes familiares, escolares, religiosos.
Desde el
punto de vista del aprendizaje notamos retardo escolar de 01 a 04 años a causa,
de una prolongada ausencia escolar; grandes dificultades para la adaptación al
régimen escolar sistemático vigente (disciplina, exigencias, autoridad);
carencia casi total de hábitos de estudio, pero con buena capacidad creativa
manual; gran lentitud, desgano, aparente desinterés por el estudio y por el
trabajo, escaso dominio de los instrumentos del conocimiento (lectura,
escritura). Ante esta situación de los destinatarios, la Casa Don Bosco se
propone:
Objetivo General: Los Salesianos de la Casa Don
Bosco, enviado a los jóvenes sin oportunidad (los más pobres y abandonados) de
la ciudad de Valencia, nos identificamos como comunidad con su causa y nos
comprometemos a asumir una postura profética y a realizar una praxis educativa-pastoral
en clave de liberación a través del testimonio, de la palabra y de la
experiencia de familia y de escuela, hasta lograr, al estilo de Don Bosco, el
surgimiento de un hombre nuevo comprometido en la construcción de una sociedad
nueva. (PEP. p.19)
Y para
lograr este objetivo general, propone dos objetivos específicos:
1)
Objetivo del Programa Familia: Lograr que los alumnos de la Casa Don Bosco, realicen
junto con los salesianos y laicos colaboradores, una experiencia de hogar que
les permita comprender la necesidad de esta vivencia humana como condición para
un sano crecimiento y comprometerse a prolongar este aprendizaje en nuevas
familias con los valores vividos en la Casa Don Bosco. (p.19).
2)
Objetivo del Programa Escuela-Taller: Lograr que los muchachos de la Casa Don Bosco, durante
su permanencia en la misma, adquieran los instrumentos intelectuales y manuales
que les permitan enfrentarse de nuevo a la vida con capacidad para
autofinanciarse, con lucidez para penetrar el mundo de trabajo con los valores
cristianos, con actitud de entrega y servicio en su comunidad de origen. (p.20).
El
Nacimiento del Proyecto Casa Don Bosco
En el libro
de Julián Rodríguez, «La Casa Don Bosco» se narran los momentos interesantes
del inicio de la Casa Don Bosco:
"Corría
el 15 de julio de 1979. La plaza de la Concordia de Caracas, hervía en un
jardín monótono y ensordecedor de carros apretados en desorden, bocinas
disonantes, malhumores de choferes, bullicio de gente, voces, gritos de
canciones al ritmo de rokolas estridentes.
En un recodo
de la plaza de la Concordia, cerca de la Iglesia de Santa Teresa, como
conterneados de un hálito de providencia, un grupito de limpiabotas, «peroles»
en mano, franelas propagandísticas, rostros ennegrecidos por el sol picante y los betunes
de zapatos, parecían conspirar un secreto de
protesta. Alguno de ellos en sus treces años floridos reflejaban la dureza de
la vida.
Los
limpiabotas se apiñaban entre sospechosos e interesados alrededor de un
desconocido. En medio de ellos, el señor desconocido de ojos azules, hablaba y
prometía oportunidades, las que la vida y el destino le había robado a
ellos..." (p.11-12)
La Casa Don
Bosco no nació como un proyecto formulado de antemano, y que luego se pondría
en marcha, al inicio fue solamente la intuición de un sacerdote salesiano, que
poco a poco, fue tratando de encontrar una solución para sus amigos los limpiabotas,
el fundador del proyecto, el sacerdote salesiano Lorenzo Stocco, no tenía
ninguna claridad al inicio del camino, como lo señala Julián Rodríguez en su
libro:
"La
Casa Don Bosco, aún sin saber lo que era, sonaba como un poema esperanzador
para quienes, como los limpiabotas de la plaza la Concordia y muchas otras
plazas, siempre habían tenido una experiencia en la que la casa es de otro y no
casa propia. Ciertamente, por el momento, la Casa Don Bosco era solamente una
incógnita, un misterio que estaba en sus manos descifrar: la Casa Don Bosco era
todavía algo inédito..." (p.13)
Entre los
religiosos se cuenta un «chiste» que consiste en afirmar que hay tres cosas que
el Espíritu Santo no sabe: 1) ¿Cuántas congregaciones femeninas existen?, hay
religiosa de todo tipo y vestidos... 2) ¿Qué está pensando un jesuita?, estos
sacerdotes siempre están pensando en cosas raras... 3) ¿De dónde sacan dinero
los salesianos?, estos siempre construyen una obra en cualquier parte...
Aparte del
chiste, lo cierto es que los salesianos siempre tienen suerte para conseguir
ayuda, ya sea del Gobierno o de las empresas privadas para construir sus obras.
Rodríguez nos cuenta cómo vino la ayuda
económica esperada para dar los primeros pasos:
"El
episodio más significativo, que hace estremecer el corazón de emoción, es el
siguiente: en la plaza Bolívar se había presentado una señora de la Gobernación
que quería hablar con los muchachos. Ella había recibido de la Gobernación la
orden de poner a estudiar a todos esos muchachos peregrinos por las plazas,
cuando la señora se presentó ante los muchachos y les propuso su objetivo,
ellos a voz en grito respondieron: «Nosotros vamos a estudiar en la Casa Don
Bosco». La semilla germinaba..." (p.19).
Bases
Legales
Las
políticas educativas de cualquier congregación religiosa poseen sus propios
reglamentos a nivel mundial. La Congregación Salesiana tiene sus bases legales
en sus "Constituciones y Reglamentos". En base a este documento, cada
casa salesiana, elabora su propio proyecto educativo pastoral (PEP).
Las
"Constituciones y Reglamentos" para los salesianos no son simplemente
normativas que hay que cumplir, son una forma de vida. Las Reglas se viven, no
son normas externas al ser religioso, no son cosas del trabajo que se quedan en
la oficina; constituyen el camino de vida, el carisma del fundador, que se
convierte en herencia de santidad, como está expresado en el proemio de las
Constituciones Salesianas:
"El
libro de la regla es, para nosotros, salesianos, el testimonio vivo de Don
Bosco, que nos dice:
«Si me
habéis amado hasta ahora, seguir haciéndolo en adelante con la observancia
exacta de nuestras Constituciones".
En las
Constituciones Salesianas se encuentra la fuente de inspiración de todas las
obras salesianas. Principalmente, se aclara el tipo de destinatarios que
corresponden al carisma del fundador:
26. El Señor indicó Don Bosco, como primero y principales
destinatarios de su misión, a los jóvenes, especialmente a los más pobres. Con
Don Bosco reafirmamos nuestra preferencia por la juventud pobre, abandonada y
en peligro, la que tiene mayor necesidad de ser querida y evangelizada, y
trabajamos, sobre todo, en los lugares de mayor pobreza.
27.
Los jóvenes de
los ambientes populares que se orienten al trabajo y los jóvenes obreros,
encuentran a menudo dificultades y fácilmente están expuestas a injusticias.
Imitando la solicitud de Don Bosco, nos dirigimos a ellos, a fin de hacerlos
idóneos para ocupar con dignidad su puesto en la sociedad y en la Iglesia, y
para que tomen conciencia de su papel en la transformación cristiana de la vida
social... (p.39)
Los
artículos 26, 27 de las Constituciones salesianas establecen los criterios que
determinan el destinatario que todas las obras salesianas deben preferir.
Traducido a nuestra realidad venezolana, es lo que se ha llamado «los jóvenes
de las clases marginales». Los
salesianos están llamados por su carisma a la educación de los jóvenes más
pobres de Venezuela. Siendo fiel a las líneas de las Constituciones, El
Proyecto Educativo Pastoral de la Casa Don Bosco establece sus destinatarios:
La Comunidad
dentro de este amplio panorama de abandono, opta por:
- Los huérfanos, prefiriendo los de padre y madre.
- Los provenientes de las zonas marginales de
escasísimos recursos y en situación de hacinamiento.
-
Los que tienen
padre o madre en situaciones difíciles (enfermedad, prisión, prostitución,
etc.). (p. 15)
La
adecuación entre los destinatarios presentados en las Constituciones y los
destinatarios del Proyecto Educativo de la Casa Don Bosco es evidente. La
escogencia del destinatario responde a las exigencias del carisma propio de la
Congregación Salesiana. Esta coherencia total entre el Proyecto Educativo
Pastoral de cualquier obra salesiana y las Constituciones de los salesianos no
es tan opcional; se trata de una cuestión de «Obediencia religiosa», están
obligados por «Votos» a cumplir con las Constituciones y Reglamentos de la congregación:
"Cada
comunidad inspectorial, inspirándose en el sistema preventivo, elabore su
proyecto educativo pastoral, para responder a la situación de la juventud y de
los ambientes populares.
En
conformidad con él, haga también cada casa, comprometiendo a todos los miembros
de la comunidad educativo-pastoral, un proyecto que oriente todas las
iniciativas hacia la evangelización". (p.139)
Según las
Constituciones y Reglamentos de los salesianos, la Casa Don Bosco no puede ser
destinada a un «ancianato», «una
cárcel de mujeres», «un Instituto educativo para los jóvenes de las familias
ricas»... etc., para estar realmente dentro del carisma salesiano, debe estar
dedicada a los jóvenes más pobres y abandonados de Venezuela.
Sin embargo,
las Constituciones y
Reglamentos de los
salesianos no son
vistos como una «camisa
de fuerza», sino, como la guía que señala las pautas necesarias para hacer vida
el camino y el carisma del fundador.
Bases
Teóricas: El Sistema Preventivo
Todo el
Proyecto Educativo Pastoral
de la Casa
Don Bosco tiene
sus bases teóricas
en el «Sistema Preventivo dé
Don Bosco»., lo que hace necesario aclarar el concepto de Sistema Preventivo, y
nadie más adecuado para hablarnos de este tema que el mismo Don Bosco:
"Muchas
veces, se me ha pedido exponga de palabra o por escrito algunos pensamientos
sobre el llamado sistema preventivo, que suele practicarse en nuestras casas.
Por falta de tiempo no he podido hasta ahora satisfacer tales deseos; más
disponiéndome ahora a imprimir el reglamento que hasta la fecha casi siempre se
ha seguido por tradición, estimo oportuno dar aquí una idea que será como el
índice que sólo pretende ayudar en el difícil arte de enseñar y educar a la
juventud. Diré pues en qué consiste el sistema preventivo y por qué debe
preferirse; su aplicación práctica y sus ventajas.
Dos sistemas
se han usado en todos los tiempos para educar a la juventud: el preventivo y el
represivo. El represivo consiste en dar a conocer las leyes a los súbditos y
vigilar después para conocer a los transgresores y aplicarles el castigo
correspondiente, cuando sea necesario.
El director,
para aumentar su autoridad, debe estar raramente con los que de él dependen, y,
por lo general, sólo cuando se trate de imponer castigos o de amenazar. Este
sistema es fácil, poco trabajoso y sirve principalmente para el ejército, y, en
general, para los adultos juiciosos, en condición de saber y recordar las leyes
y las otras prescripciones.
Diverso, y
diría que opuesto, es el sistema preventivo. Consiste en dar a conocer las
prescripciones y reglamentos de un instituto, y vigilar después de manera que
los alumnos siempre tengan sobre sí los ojos del director o de los asistentes,
los cuales, como padres amorosos, hablan, sirven de guía en toda circunstancia,
dan consejos y corrigen con amabilidad; que es como decir poner a los alumnos
en la imposibilidad de faltar.
Este sistema
descansa por entero en la razón, en la religión y en el amor; excluye, por
consiguiente, todo castigo violento y procura alejar aun los suaves". (p.
239)
Se ha
querido comenzar con esta cita de las Constituciones y Reglamentos de los
salesianos, para aclarar que las bases teórica de las actividades educativas y
pastorales de la Casa Don Bosco están inspiradas en las teorías educativas de
Don Bosco.
Existe una
unión íntima entre la pedagogía de la Casa Don Bosco y el sistema preventivo.
La actividad educativa de la Casa Don Bosco es totalmente la puesta en práctica
del sistema preventivo, creación genial de Don Bosco, en el mismo término
«preventivo- se encuentra la esencia y la razón de ser de la Casa Don Bosco, la
cual no es un correccional; por lo tanto no está destinada para corregir ningún
tipo de conducta delictiva; no está pensada para los menores con problemas de
drogas, tampoco para jóvenes delincuentes. No posee cárceles, ni vigilantes, ni
salas de castigo.
Se aclara
que la comunidad de la Casa Don Bosco nunca rechaza a un muchacho con problemas
delictivos, lo que ocurre es que la obra está estructurada para prevenir y no
para corregir; es una casa abierta, no posee rejas, no es una prisión, ni
siquiera es un internado para muchachos con problemas de conducta que han sido encerrados por sus padres,
para que allí se les enseñen
«cosas buenas».
La Casa Don
Bosco es un espacio totalmente abierto, en donde el muchacho debe respirar la
libertad, está ahí porque él quiere, porque se siente como en su casa. Debe
sentir la felicidad de jugar en sus campos deportivos, de orar en su Iglesia y
de aprender en sus aulas. Encuentra entre los miembros de la comunidad
salesiana y de sus profesores a sus mejores amigos.
La Casa Don
Bosco es esencialmente preventiva, está destinada para aquellos jóvenes que por
su estado de pobreza crítica se encuentran en peligra.
"Las
familias de las que provienen nuestros destinatarios viven en extrema pobreza
(carencia de lo mínimo indispensable para sobrevivir); están afectadas por la
situación de desempleo o subempleo. En los hogares en los que hay algún miembro
con trabajo fijo, los sueldos son muy bajos, apenas para llevar una vida de
subsistencia. Esta situación se agrava en las familias numerosas, muy
abundantes en los sectores de proveniencia de nuestros muchachos". (p.9)
Se trata de
prevenir que el joven que vive en estas situaciones extremas de pobrezas,
termine siendo un delincuente más en nuestra sociedad. De ahí los dos,
programas centrales de la Casa Don Bosco: El Programa Familia y el Programa
Escuela-Taller. El primero con el objetivo de superar las deficiencias y
limitaciones que puedan existir en las experiencias de la vida familiar de los
destinatarios y que le ayuden a formar adecuadamente su propia familia. Y el
segundo programa con el propósito de prepararlo para que se inserte en el mundo
social con una profesión que le permite vivir dignamente y seguir estudios superiores.
Sin embargo,
sin la conciencia clara de una «antropología», es decir, una visión filosófica
de lo que se entiende por persona, o del hombre ideal que sirve como horizonte
de la práctica educativa-pastoral. Sin este marco antropológico, el proceso
educativo sería deficiente, o en último caso, sería como un muchacho que tumba
la piñata con los ojos vendados, actúa según escucha, pero sin una orientación
propia.
Esta visión
de la persona como fin y objetivo a perseguir es la que da unidad y coherencia
a todo el proceso educativo-pastoral. Generalmente, muchos de los fracasos en
los resultados de un proceso educativo radica en la falta de una perspectiva
integral de la persona. El Sistema Preventivo de Don Bosco que orienta la
actividad educativa pastoral de la Casa Don Bosco, propone un modelo
antropológico, su propia concepción del ser humano.
Un castigo,
por ejemplo, que sea la expresión de un autoritarismo o de una rigidez
normativa, en donde el hombre está prisionero de la ley y no la ley al servicio
del hombre, probablemente produce el efecto contrario de lo que se quiere. Y
enseña que la ley y la autoridad son imposiciones, cosas eternas y fijas,
superiores al mismo ser del ser humano, y que la educación es cuestión de cumplir leyes y que no hay
espacio para el diálogo, es una antropología del dominio, en donde siempre
existe el dominador y el dominado, siendo el ideal del educando llegar algún
día a ser un dominador. Puede transmitir el concepto de una sociedad dividida
entre premios y castigos, entre hombres que deben ser castigados y quienes
obedecen por temor a los castigos.
No solamente
los castigos pueden producir efectos negativos, el mejor de los premios puede
ser negativo como estrategia, si se le presenta como simple incentivo de
competencia o rivalidad. Ya que forma la imagen de un hombre dominador y la
vida social como un campo de batalla en donde hay vencedores y vencidos,
ganadores y perdedores, es muy común escuchar frases como: «soy un fracasado», «soy un eterno perdedor», «siempre he
sido un ganador»... de tal manera, que un premio mal enfocado transmite el
ideal de un hombre triunfador y vencedor, prototipo antropológico de nuestra
sociedad.
Resulta
necesario aproximarse al modelo antropológico que presenta el Sistema
Preventivo. Uno de los que más ha trabajado sobre este tema en Venezuela es el
profesor Julián Rodríguez, quien en su obra, «El Sistema Preventivo de Don
Bosco», expresa:
"El
modelo de hombre que cada uno de nosotros tiene es el resultado del conjunto de
experiencias de vida a lo largo de nuestra historia personal. En el ambiente
familiar, los lazos afectivos en la relación con los papás y hermanos
constituyen el tramo de nuestras experiencias, los valores propuestos, las
conductas asumidas, los recursos disponibles... etc. El ambiente familiar se
inserta en la cultura. En el contexto de la cultura, se va forjando nuestra
personalidad y el modelo de hombre.
También Don
Bosco tuvo sus experiencias de vida y, en ellas, fue forjando su visión de la
realidad y de las cosas. Cuando, ya adulto, elabora su pedagogía, lo hace a
partir de lo vivido. Por eso que, antes
de buscar las líneas inspiradoras de su educación, conviene conocer las
incidencias de su vida. Al igual que, si queremos precisar nuestro modo de
pensar y de sentir, tenemos que recurrir a la historia de nuestras experiencias
de vida.
En este
sentido se puede afirmar: el Sistema Preventivo es la persona misma de Don
Bosco. La historia personal de Don Bosco es la revelación más completa de su
sistema educativo. No se trata de entender un conjunto de ideas, sino de
acercarse a una experiencia vital, de entrar en una vocación pedagógica. El
Sistema Preventivo, además de un método educativo, es una espiritualidad, un
camino según el Espíritu, es decir, un estilo de vida en presencia del Amor de
Dios. La mejor comprensión del Sistema Preventivo es la vida de Don
Bosco". (p. 32)
Como se
puede observar en el escrito del profesor Rodríguez, el Sistema Preventivo es
la vida misma de Don Bosco, es la sistematización de su trabajo pedagógico de
toda su vida con los muchachos de sus «oratorios». De tal manera que sería
analizando los elementos antropológicos en la vida de Don Bosco como podríamos
establecer los parámetros del modelo de hombre que se pretende conseguir con el Proyecto
Educativo Pastoral de la Casa Don Bosco. Según el mismo fundador de la Familia
salesiana su Sistema Preventivo está basado en tres pilares: La Razón, La
Religión y la Amabilidad. En el Sistema Preventivo Salesiano, la razón puede
ser vista desde tres perspectivas diferentes, pero que se complementan: la
razón en cuanto que es un elemento intrínseco en la madurez del muchacho; la
razón en el estilo de ser del educador; y la racionalidad de las relaciones
entre educador y educando.
Interpretando
la obra del profesor Rodríguez en cuanto al tema del Sistema Preventivo, la
razón implica en primer lugar una
actitud de búsqueda del mejor modo de obrar. Es la actitud que destaca al
educador salesiano, ante cualquier problema o ante cualquier reto propio de la
tarea educativa. En segundo lugar, la
razón implica: Reconocimiento de la propia falta en forma explícita. Si el
alumno no logra reconocer conscientemente que ha cometido una falta, todo
castigo es inútil, no hace crecer al muchacho en cuanto a persona, de igual
forma, si realmente no existió la falta, el docente debe reconocer
explícitamente que se equivocó, es la manera de lograr en el muchacho una
verdadera actitud hacia el diálogo, y que adquiera el sentido de lo que
significa la justicia.
Tercero: Coraje frente a las situaciones: Por parte
del educador supone un compromiso con
sus alumnos en cualquier situación por muy problemática que se presente,
el muchacho debe sentir que su educador está con él, que no se encuentra
abandonado a su suerte. No se trata de sobreproteger al muchacho, sino de
enseñarle que los problemas se enfrentan, no se les da la espalda. La vida se
enfrenta en todas sus dimensiones para no existir en forma alienada.
Cuarto: El Gusto de Vivir Juntos: Se trata de
que el muchacho se adapte a la vida social con la adecuada capacidad de
relación y pueda formar una familia sana. Es preciso desarrollar sus
capacidades afectivas, comprender que el hombre es en sí mismo relación, y que
el individuo como una isla es un mito, no existe, y no puede existir, siempre
somos en relación. Y desarrollar la capacidad de relación de los muchachos es
clave dentro del Sistema Preventivo Salesiano.
Quinto: El Diálogo: Es la red central de todo el
proceso de racionalidad del Sistema Preventivo. El educador ejercita este
componente de la racionalidad cuando ha logrado a través de la experiencia
adquirir de forma espontánea que su presencia sea símbolo de diálogo. Esto se
consigue cuando la presencia del educador facilita el clima de familia. Cuando
el muchacho frente al educador se siente en confianza, que no vea en su maestro
a un extraño, que viene a enseñar un •bojote• de cosas que no tienen nada que
ver con su vida; esto implica que el ejercicio docente dentro del Sistema
Preventivo transciende el hecho profesional para convertirse en una forma de
vida, en un estilo de ser educador que «sale por los poros».
Precisamente,
porque «preventivo», el educador se convierte en el amigo, que no está con los
alumnos solamente en el salón de clases, sino, que en la medida de lo posible,
por no decir siempre, que es el ideal, el educador debe estar en el patio con
los alumnos, diciendo cada vez que sea necesario una «buena palabra», un buen
consejo, participando de los juegos; y de pronto, sin saber cómo, ha logrado
que su presencia arrastre con el ejemplo y fomente el espíritu de familia.
El segundo
elemento del Sistema Preventivo es la Amabilidad:
Según Rodríguez:
El principio
supremo de la metodología educativa de Don Bosco es la amabilidad. Por
supuesto, en íntima relación con la razón y la
religión.
Se trata del
estilo de relación que se da entre las personas que participan en el proceso
educativo, es una relación que supera la sensibilidad posesiva y apunta hacia
el amor-ternura, que permite que el muchacho descubra y pueda desarrollar su
capacidad de amar y de ser amado. Es la experiencia que ayudará al alumno a formar
una familia y abrirse adecuadamente a las relaciones sociales.
Los
aprendizajes provenientes de una conducta amable llegan a convertirse en una
formación que va más allá de la
información, llegan al corazón. ¿Cuántos de nosotros recordamos episodio de
nuestra vida escolar que han quedado grabados para siempre, gracias al amor de
esa maestra o maestro especial? De eso se trata, como se puede leer algunos
ejemplos en las Memorias Bibliográficas de Don Bosco»:
"Nos
encantaba su presencia. Alguno de nosotros no tenían saco, otros lo tenían pero
roto, los calzones de éste tenían estalactitas en los fondillos y se asomaban
impertinentes los dedos de sus pies por los huecos de sus zapatos. Unos estaban
caprichosos, y él encontraba sus delicias en estarse con los más miserables.
Para los más pequeños tenía un afecto de madre". (MB 11.P.126) En otro
episodio se puede leer:
"He
conocido al siervo de Dios en 1854, en el convento de los dominicos, en donde
un comité recogió a los niños que el cólera, que a la sazón azotaba a la
ciudad, había dejado huérfanos. Allí llegó un día Don Bosco para visitarnos. Éramos
un centenar, yo no lo había visto nunca. Su dulce sonrisa a flor de labios
cautivaba aún antes de hablar. Pues, bien, nos sonrió a todos, y luego nos
preguntó el nombre y el apellido, si sabíamos catecismo, si nos habíamos
confesado alguna vez y si habíamos
hecho la primera comunión. Todos le contestamos con plena confianza. Pasó al
fin cerca de mí y me preguntó el nombre y el apellido y después me dijo:
-¿Quieres
venir conmigo?...
Yo recuerdo
que apenas entré me tocó vivir y dormir en un pobre colchón, abrigado por una
sola cobija. Y recuerdo que, una vez acostado, Ud. y su mamá, nos remendaban
los pantalones y el saco roto, pues no teníamos más que aquellos..." (MB
V. P.131)
La amabilidad
consiste en que el alumno se sienta amado realmente por el educador, que el
educador esté dispuesto a los mayores sacrificios por sus alumnos. Los
muchachos son capaces de captar espontáneamente este sentimiento.
La tercera
dimensión del sistema Preventivo es: La Religión.
Dentro del
Sistema Preventivo no es posible vivir las dimensiones de la Razón y la
Amabilidad si no es desde la fe
cristiana. Este aspecto da el carácter original y típico de las obras
salesianas, y por supuesto, del Proyecto
Educativo Pastoral de la Casa don Bosco de Valencia. La apertura a Dios, tanto
del educador como del educando, hacen del Sistema Preventivo una propuesta
educativa INTEGRAL, pues da respuestas y pleno sentido a todo el proceso
educativo, que sin una visión trascendental de la vida, se quedaría en un
proceso educativo que no daría razones de una ética social y familiar.
Solamente en
Dios se puede fundamentar una apertura al diálogo. Dios es presencia que
siempre nos habla, solamente desde los valores cristianos se puede fundamentar
una educación hacia la solidaridad, opuesta a una educación hacia la
competencia y el consumismo. Solamente en una educación basada en Dios que nos
hace familia, que nos hace hermanos, tiene sentido la educación para el amor.
En Dios, que
es Amor, se encuentra la fuente para un proceso educativo basado en el amor. En
el amor cristiano, el educador experimenta la inspiración que le hace capaz de
sacrificarse por sus alumnos. Y su tarea educativa se convierte en una
«vocación» que la da el verdadero sentido a toda su vida.
La
importancia de Dios para el Sistema Preventivo Salesiano es descrita por
Rodríguez como un elemento esencial:
"El
Sistema Preventivo no es fruto de un genio, ni de un corazón espontáneamente
generoso, ni de la experiencia. Dios es quien inspira y sostiene su labor
educativa y pastoral. Don Bosco encuentra a Dios entre los muchachos, y ellos
mismos son la experiencia de Dios diluida con y entre ellos. La frase Pío XI es
magistral: «Lo sobrenatural era natural, y lo extraordinario casi
ordinario". (p.47)
El Proyecto
Educativo Pastoral de la Casa Don Bosco tiene su fuente de inspiración y sus
bases teóricas en el Sistema Preventivo Salesiano con sus tres dimensiones
fundamentales: Razón, Amabilidad y Religión.
Prof.
Gerardo Barbera C.I.: 7.022.201
BIBLIOGRAFIA:
- Constituciones y Reglamentos de los Salesiano
- Proyecto Educativo Pastoral de la Casa Don Bosco
- Rodríguez J. (1984) «La Casa Don Bosco»
- Rodríguez J. (1994) «El Sistema Preventivo de Don Bosco»
- Rodríguez J. (1987) «Desde América Latina ¿Existe Dios?»
-
Bosco Teresio (1978) «Don
Bosco»
-
III Conferencia Episcopal
Latinoamericana (1973)
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